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"Uno de los fundadores de Europa, Jean Monnet, dijo que cada crisis hará más fuerte a Europa; sin embargo, [en esta crisis] vemos problemas de solidaridad en todas partes [de Europa]. La colaboración de todos es importante porque compartimos la crisis a la que nos enfrentamos", afirmó Christian Fillet, presidente de ESN. La crisis del COVID-19 sigue cambiando nuestra forma de vivir y, lo que es más importante, la manera en la que los servicios sociales siguen respondiendo a las necesidades de las personas más vulnerables. Sin duda, la crisis afectará al modo en el que los servicios sociales planifican sus respuestas futuras. Para comprender los desafíos a los que los servicios sociales se enfrentan actualmente y las respuestas que han desarrollado, European Social Network (ESN) organizó el 24 de abril el seminario web El COVID-19 y los servicios sociales: desafíos y planificación del futuro. El objetivo del seminario web era examinar, con directores de servicios sociales públicos nacionales, la Comisión Europea y más de 200 participantes, qué podemos aprender de la crisis actual para basar nuestra planificación del futuro y cómo podemos impulsar estos planes a través de los mecanismos nacionales y europeos disponibles.

Los servicios sociales y el COVID-19: desafíos y respuestas

"Estamos observando y experimentando un aumento de la desigualdad en niños, personas con discapacidad, personas mayores y víctimas de violencia doméstica", afirmó Elisabet González, de la Diputación de Barcelona. Los desafíos de los servicios sociales son diversos y complejos, pero comunes entre los diferentes contextos nacionales. Van desde las difíciles condiciones en las que los profesionales de atención social están trabajando hasta los requisitos tecnológicos necesarios para trabajar desde casa e intentar seguir prestando servicios.

Los miembros de ESN resaltaron una serie de desafíos, desde el aumento de los niveles de pobreza debido al desempleo causado por la crisis hasta la garantía de acceso a los servicios sociales para las personas más necesitadas y la provisión de asistencia residencial y doméstica de alta calidad para las personas mayores. Además de esto, los ponentes destacaron los problemas comunes, con la necesidad de aumentar los presupuestos para los servicios sociales. El ayuntamiento de Bruselas, por ejemplo, solicitó 3,5 millones de euros para que los servicios sociales puedan responder a las necesidades de los grupos vulnerables.

En respuesta a estos desafíos, los miembros de ESN pusieron de manifiesto la necesidad de mejorar la coordinación en la forma de responder los servicios a nivel local. En Suecia, el desarrollo de equipos multidisciplinares de profesionales sanitarios y sociales ha tenido un efecto positivo en la manera de abordar los problemas sociales en el despertar de la crisis. En Barcelona, la adaptación en Internet de la prestación de servicios sociales ha permitido que los grupos vulnerables sigan accediendo a la ayuda que necesitan, ya sea de servicios contra las adicciones o de sesiones de mediación. En Brujas, la provisión de ordenadores portátiles ha permitido que niños vulnerables puedan acceder a educación e información.

Aprender de la crisis: planificación del futuro y mecanismos de ayuda

Nos enfrentamos a los mismos problemas relacionados con el COVID-19 en Europa, pero hemos observado que los países han empezado a abordarlos por separado. Debemos ir más allá y mostrar solidaridad en todos los niveles", afirmó Alfonso Lara Montero, director ejecutivo de ESN. Las secuelas de la crisis del COVID-19 seguro que son duras. Las perspectivas económicas actuales para los próximos meses, y puede que años, presentan un panorama visto por última vez al comienzo de la crisis financiera de 2008, que puso a prueba la capacidad de los servicios sociales.

"Para responder a futuras crisis, debemos replantearnos cómo elaborar nuestros planes futuros", sostuvo Graham Owen, de la Asociación de Directores de Servicios Sociales de Suecia. Abordar los problemas comunes requiere que se desarrollen soluciones comunes. Todos los colaboradores de los servicios sociales pusieron de relieve la magnitud del problema, que se prolongará tras la crisis, pero también reiteraron la necesidad de replantearse la planificación, el desarrollo, la financiación y la prestación de los servicios. Brujas destacó la importancia de garantizar el acceso a los servicios para quienes los necesiten, y que se hará más hincapié en aumentar el alcance para las personas necesitadas. En Barcelona, se revisarán las políticas públicas locales para abordar el nuevo contexto y la identificación de las nuevas necesidades sociales y sanitarias. En Suecia, será necesario incorporar una mayor planificación y coordinación de los servicios, tanto sociales como sanitarios.

Por lo tanto, es indispensable que los servicios sociales utilicen lo que han aprendido de esta crisis para planificar futuras crisis y, lo que es más importante, que reciban el apoyo económico de las administraciones europeas y nacionales. A nivel de la UE, Katarina Ivankovic-Knezevic, directora de políticas sociales de la Comisión Europea, destacó las medidas de financiación que la UE ha desarrollado para hacer frente a la crisis a nivel nacional: la Iniciativa de Inversión en Respuesta al Coronavirus (Coronavirus Response Initiative, CRI) y la iniciativa CRI+. Ambas iniciativas se financian con el dinero que no se ha gastado del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (European Regional Development Fund, ERDF). El fondo, que se ofrecerá a nivel nacional, va dirigido a proteger a la población y a las personas que trabajan. Una de las iniciativas que se financiará es el diagnóstico y la detección generalizados del virus COVID-19.

La UE y las autoridades nacionales gestionan de forma conjunta los fondos de la UE, por lo que los servicios sociales deben convencer a sus gobiernos para que aumenten el margen presupuestario de forma que se puedan planificar, desarrollar e implementar nuevas estrategias. Con respecto a esto, la Comisión Europea reiteró la importancia de que las autoridades de los servicios sociales presionen a sus ministerios para que las financien. Katharina Ivankovic-Knezevic aseguró que "no es fácil enfrentarse a otros agentes que son importantes para la economía nacional y que también requieren financiación". Es preciso destacar [a las autoridades nacionales] cuáles son los problemas y las soluciones que se requieren".

Mejora de la coordinación y fomento de la solidaridad

Hubo un consenso generalizado en que se necesita una respuesta coordinada mayor entre los proveedores de servicios sanitarios y sociales para satisfacer las necesidades futuras. Además de esto, debemos pensar en los problemas sociales y sanitarios que también surgirán del aislamiento físico y social. Asimismo, los servicios sociales deberán replantearse cómo aumentar el acceso para los grupos vulnerables, a través de un mayor alcance o mediante el uso de tecnología nueva existente.

Hubo un mensaje sobrecogedor de solidaridad a todos los niveles entre todos los miembros de la sociedad y de que, a pesar de los desafíos y las duras lecciones aprendidas, existe la posibilidad de unirnos y planificar mejores servicios sociales para el futuro. "Esta situación también ha ayudado a aumentar la solidaridad en la sociedad y con los profesionales de la asistencia en los países y entre ellos. Esto nos ha hecho más fuertes y nos ha unido más. Estas nuevas experiencias nos habrían ayudado a prepararnos mejor para el futuro en nuestro desarrollo personal y profesional", concluyó Alfonso Lara Montero, director ejecutivo de ESN.