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Los días 30 y 31 de mayo, European Social Network (ESN) presentó el estudio "Inversión en los servicios dirigidos a la infancia. Mejora de los resultados" en un evento de dos días, que marcó el final de un proyecto de tres años en 14 países europeos. El estudio analiza cómo se ponen en práctica los principios fundamentales de la Recomendación de la Comisión Europea "Invertir en la infancia: romper el ciclo de las desventajas".


Más de 100 participantes procedentes de 21 países, de los cuales 60 eran miembros de ESN, participaron en este evento que tuvo lugar durante dos días. En el primer día, los miembros de ESN hablaron de los principales problemas que se identifican en el estudio con vistas a planificar la futura labor de ESN. En el segundo día, se produjo el lanzamiento oficial de la publicación en un evento presentado por Nathalie Griesbeck, eurodiputada del Parlamento Europeo.


En la inauguración del evento en el Parlamento, la Sra. Griesbeck recordó a los asistentes que los encuentros de este tipo, que ofrecen conocimientos prácticos a nivel local en materia de gestión, financiación y evaluación de servicios, no se plantean con frecuencia en el Parlamento Europeo. Según Hugh Frazer, Coordinador de la Red Europea de Política Social, "existía el riesgo de que no se diera suficiente importancia al pilar de los servicios de la Recomendación de la Comisión; con esta labor, se ha cubierto esa situación". "Probablemente, este es el informe más completo sobre la comparación entre las políticas y los servicios dirigidos a la infancia en la Europa actual", afirmó Caroline Vink, del Instituto Nacional de la Juventud de los Países Bajos, quien habló sobre la descentralización de los servicios dirigidos a la infancia en su país.


La Recomendación de la Comisión reconoce la función del apoyo familiar y el desarrollo de servicios comunitarios para los niños y las familias como elementos esenciales de la asistencia alternativa. Los problemas en los servicios dirigidos a la infancia que se abordaron durante el primer día se centraron en la reforma de la protección del menor para promover la estabilidad y la permanencia de los niños en el sistema de asistencia, así como la situación de los niños no acompañados en Europa, un grupo con un riesgo más alto de pobreza y exclusión social. Durante el segundo día, se habló a los participantes de la evidencia internacional del papel decisivo de la primera infancia en el desarrollo de la persona y del papel de los servicios integrados de protección del menor en la mejora de los resultados para los niños.


Con la presión económica cada vez mayor que sufren las autoridades locales y la necesidad de demostrar "ganancias económicas" derivadas de la aplicación de las políticas, los debates se centraron en los puntos fuertes y las deficiencias que se identifican en el estudio como la base para el progreso. Las carencias identificadas fueron la escasa representación de las familias pobres en los servicios de atención en la primera infancia y la necesidad de reforzar los conocimientos prácticos de los profesionales y de aumentar la coordinación y la evaluación de los servicios para garantizar el acceso igualitario a los servicios dirigidos a la infancia. Se abordó la necesidad de cambiar el proceso de evaluación de un enfoque basado en el rendimiento, lo que suelen requerir los gobiernos nacionales y la UE (por ejemplo, el gasto en los Fondos estructurales de la UE), a uno centrado en los resultados.


También se destacó el desarrollo de un enfoque integrado en los servicios dirigidos a la infancia como una necesidad para promover los resultados para los niños. Por ejemplo, se habló a los asistentes de que una nueva iniciativa en Rumanía está desarrollando un paquete integrado de servicios dirigidos a la infancia que consiste en prestaciones económicas y servicios comunitarios básicos.


Recientemente, ha aumentado el interés en las estructuras y las estrategias centradas en los resultados. Por consiguiente, existe la oportunidad de que los servicios públicos dirigidos a la infancia evalúen el éxito no solo en función de los resultados, que podrían llevar a error, y se centren en los resultados a largo plazo. La repercusión de un servicio no solo debería contemplar al niño, sino también a los agentes pertinentes: hermanos, padres/cuidadores y la comunidad en general. Como resultado, las políticas y los servicios dirigidos a la infancia deberían incluir objetivos sociales, medioambientales y económicos. La gestión y la prestación de servicios dirigidos a la infancia en conjunto, además de la mejora de nuestros sistemas de valoración, podrían respaldar este proceso para asegurarnos de que ningún niño quede excluido.